Tomarse una pausa refresca la mirada si bien nunca abandonamos la práctica espiritual. Nuevos tiempos requieren nuevas respuestas. La espiritualidad es un terreno siempre vivo. Hay un gran potencial en nosotros. «Lo que puedes ser, debes ser», dijo Abraham Maslow. La práctica espiritual se sostiene a lo largo de toda la vida y favorece el despertar y la plenitud. Recordamos nuestra esencia poniendo nuestra atención en ella. No hay que recorrer una distancia para llegar a nuestra esencia, es lo que somos. La naturaleza esencial es felicidad, paz, conciencia, libertad. Cuando no nos desplegamos sentimos que nos falta algo. Cuando logramos la auto-realización reconocemos una dimensión constante que es pura sensación de ser, antes de sentir y percibir.
Vir Francisco-Marzo 2022