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Samadhi

Despierta de Maya, de la ilusión del yo, y descubre tu verdadera naturaleza.

Vivimos corriendo por la vida sin saber cual es nuestra misión, a lo que realmente vinimos, desconociendo el alma, el ser y sumergidos en el Maya, la ilusión del ser que nos mantiene en el olvido.
         La mayoría de personas que se acercan a una religión, lo hacen pensando que encontraran la respuesta a sus problemas en algo eterno, quedándose en el hacer y no en el Ser. Creemos que somos seres limitados, que solo somos nuestro cuerpo y por ello vivimos con miedo a morir.
         En una persona iluminada, la conciencia traspasa la personalidad, la máscara. No se identifica con esa máscara o con el actor de la película. Y es cuando nos identificamos con ese actor que entramos en el juego del Maya. Entramos en la Matrix que es el condicionamiento social en el cual el inconsciente nos maneja. Solo queremos placer y evadir el dolor. La mente esta dormida dentro de una prisión, en un juego de dualidad, llamada Lilah.
         Buda dijo que, para llegar a la verdad, debemos dudar de toda enseñanza, de la mente y de los sentidos.
      Siempre le echamos la culpa a un tercero de nuestro sufrimiento, pero viene de nosotros mismos, de nuestros condicionamientos, de nuestro apego al dinero, al sexo o a el poder. La meditación observa a ese ser condicionado que cambia y realiza su verdadera naturaleza que nunca cambia. Al llegar a la fuente del ser, aceptamos la voluntad divina.
El Samadhi :

  • No se puede entender desde la mente, no es algo para ser alcanzado; es aprender a morir antes de morir.
  • Es despertar de este juego de la vida y del pensar que somos seres separados. Debemos saber que existe un mundo mas allá de la mente dualística y de los pensamientos.
  • Para alcanzar el Samadhi, tenemos que caminar hacia la luz dejando las sombras y los pensamientos.
  • El Samadhi trae menos sufrimiento, no es que sea libre de dolor, pero esta mas allá del dolor-placer. Al haber menos mente, hay menos resistencia a lo que pasa, la cual es la que crea el dolor y el sufrimiento.
  • El Samadhi es no ego, no dualidad, no tiempo, no cambia, es siempre presente y lleno de sabiduría.
  • Es normal que aunque vivenciemos el Samadhi, volvamos a caer y olvidemos nuestro verdadero ser, pero nunca caeremos tan abajo como antes, iremos ascendiendo en forma de un espiral.
  • El verdadero Samadhi se da en el que alcanza la paz, sin importar las circunstancias y abandona la Resistencia. Cuando aceptamos lo que ES, no es que dejemos de hacer cosas cotidianas, actuamos alineadas con la divinidad.

      Antes y después de la iluminación, hacemos las mismas cosas. Lo que cambia es nuestra resistencia a lo que ES. Se acaba la pelea; la mente y la voluntad individual, se alinean con la divina.
        El mundo interior es el que primero tenemos que cambiar, antes de cambiar el mundo exterior. No juzguemos bien o mal, saquemos los rótulos para poder ver las cosas tal como son.

 

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